Acabamos de estrenar un nuevo año, y viene acompañado de una lista de propósitos (que este año sí se cumplirán). Entre los más comunes seguro que se encuentran hacer más deporte, aprender inglés (o cualquier otro idioma) y muchas otras cosas. Si hablamos de digitalización, seguro que hay quien tiene el propósito de ganar presencia en internet y crear el web de su proyecto, ya sea un negocio, una entidad o un proyecto personal.
Pero antes de hacer el web hay que pensar bien cuál será el dominio. Es importante escoger uno que nos identifique y que pueda acompañar nuestro proyecto durante mucho tiempo. Si no lo tienes claro, es mejor darle vueltas que salir con un dominio que sabes que será provisional. Todo dominio tiene dos partes: el nombre que decidas y la extensión del dominio.
¿Sabías que Barcelona es una de las poco más de treinta ciudades de todo el mundo que disponen de una extensión de dominio propia? ¿Y que un dominio .barcelona puede ayudarte a destacar en Google Maps? Con el .barcelona, además de estrenar un web, asocias tu identidad digital a la ciudad y pasas a formar parte de la comunidad digital .barcelona.
¿Y qué ocurre si ya tienes un web con un dominio que no es .barcelona? ¿Cómo puedes vincularlo a la ciudad? Una manera de ganar visibilidad en internet y formar parte de la comunidad digital .barcelona es registrar el dominio .barcelona como secundario. Es decir, redirigir el dominio que registres con .barcelona a tu dominio habitual. Así amplías las posibilidades de que te encuentren en internet y promocionas tu negocio vinculándolo a tu ciudad.